
Las horribles diferencias de género.
¡ No quiero vestir a mi hija de rosa ! ¿Por qué esto supone un problema para la sociedad? ¿Por qué no puede gritar y ensuciarse igual que un niño?…
Y después de la maternidad.
Y mientras mi nuevo yo sigue creciendo al lado de una niña de barriga redonda que me pone a prueba y me grita mis peores miedos y mis mejores sueños dorados.